Ya son más de tres semanas desde que se generó el despertar social. Una situación que a todas luces ha unificado el clamor popular sobre la necesidad de resolver temas pendientes, disminuir las brechas de desigualdad y hacer de Chile, un país más justo y equitativo.
Sin embargo, un mensaje que cientos y miles de personas han hecho sentir de una manera masiva, participativa y honesta, se ha visto empañado por actos de vandalismo que se han hecho sentir en todo el territorio nacional y también en Pucón.
Fue hace algunas semanas que el resultado de esto fueron vidrios rotos, paredes rayadas, infraestructura púbica y propiedad privada quemada, además de algunos carabineros lesionados y algunos detenidos, pero cuando todo estaba volviendo a la normalidad y se habían cambiado los cristales del edificio consistorial, cuando el personal de jardines reparaba los destrozos dejados en la principal avenida del centro turístico, nuevamente esta semana la situación recrudece.
Ahora y según lo retratado en las cámaras de televigilancia en menor número, pero no en menor violencia, pues los ahora cuestionados “manifestantes”, que rápidamente se convirtieron en delincuentes y bandidos, dejaron los cánticos y las justas demandas para destrozarlo todo.
Unificados bajo la violencia como único movilizador social se ensañaron con el patrimonio público, con las cámaras de televigilancia que igual les retrataron y con este Municipio, que finalmente no sólo es un orgullo arquitectónico, sino que un patrimonio de TODOS los puconinos.
Hace días un vecino consultaba sobre qué ocurría en los semáforos de Colo – Colo con Variante Internacional y la verdad es que ya habían sido atacados, pero la noche de este martes literalmente fueron arrancados de cuajo. Así también con parte de la postación, generando la caída del sistema eléctrico y dejando en la indefensión misma a los vecinos del sector.
Hoy el Municipio vuelve a guarecerse con ventanas tapadas, paredes rayadas como vil imagen de una película de post guerra. Una escena que empaña al espíritu de unidad que siempre ha sido denominador del colectivo puconino. Quienes orgullosos de lo que han construido entre todos, hoy lamentan la imagen país y la triste señal que se da a la opinión pública en vísperas de una incierta temporada estival, principal motor económico y laboral de este territorio.
En horas de la tarde de este miércoles ha sido el mismo alcalde, Carlos Barra Matamala, quien ha confirmado nuevamente el inicio de acciones legales contra quienes resulten responsables y que ya han sido identificados por las policías, al quedar registrados en las cámaras de televigilancia, tras los hechos de la noche del martes. Destrozos que según lo cuantificado por el Director de Seguridad Pública (Disep), Ignacio Quiroz, superarían los $70.000.000.
En tanto los funcionarios municipales, quienes hay que recordar también en su mayoría se encuentran movilizados (en paro), sumándose al llamado multigremial, repudiaron los hechos suscitados y estos comportamientos alejados de la civilidad que debe congregarnos.
Estimados vecinos, con pesar dejamos este video con los rostros de quienes hoy legitiman y ejercen la violencia en Pucón y no representan a quienes marchan de manera pacifica y familiar en nuestra comuna. Lamentamos profundamente que la "Casa de todos", como es el Municipio sea atacado con total cobardía y descaro. Hacemos un llamado abierto a nuestra ciudadanía a RECHAZAR rotundamente estos actos y denunciar a quienes participan en ellos. Quienes queremos a Pucón y hemos construido su historia desaprobamos estos actos y queremos vivir en paz.Todos, sin distinción compartimos los deseos de un Chile mejor y esta claramente NO ES LA FORMA…
Posted by Muni Pucón Chile on Wednesday, November 13, 2019
Por Harold H. Manríquez Sandoval
Periodista – Licenciado en Comunicación Social
Como no entienden estos personajes, lo mucho que ha costado sacar adelante cada región de nuestro país, ahora nosotros mismo tendremos que pagar los daños. Protestar por la tremenda desigualdad es correcto, pero ya destrozar los bienes de cada chileno, es inaceptable.